Pescar en verano. ¿Oiga, pican?...

Acaba de empezar el verano. Curiosamente será el más largo de los últimos siglos, según los organismos oficiales. Terminará el 22 de septiembre trás 93 dias y 13 horas de calor y pesca para todos los locos que se aproximan al mar en busca de sus habitantes.

Es curioso como el aficionado de verdad, el que va todo el año, se encuentra rodeado de repente de otros aficionados cuando antes se pasaban largas jornadas en solitario. Entre la variopinta fauna se observan personajes de todo tipo que enseguida detectan al habitual de la zona. El pescador local se convierte en agencia de información sobre sitios, especies, horarios, y... !como no!!, la carnada a utilizar. Tengo un amigo que les llama "comentaristas" y no soporta que le atosiguen. Se refugia en época estival en playas nudistas o recovecos de dificil acceso, consiguiendo solo a veces un poco de paz, que en agosto se vuelve ilusión ante la invasión generalizada de las costas. El lado positivo será tal vez la compañía que en caso de ausencia de peces hacen mas gratas las jornadas junto al mar. De todas formas aunque durante el dia está vedada la posibilidad de pescar, es al caer la noche cuando los turistas abandonan la playa en tropel y el pescador tiene la sensación de recuperar territorio, siempre con las inevitables visitas de rigor cada cierto tiempo, algunos personajes bebidos, bañistas nocturnos, e incluso escenas de amor veraniego. En cualquier caso, el pescador celoso jamás revela como le va ni lo capturado. El cubo oculto con el trapo es el sistema mas habitual aunque he visto pescadores de lubinas enterrarlas en la arena nada más desanzuelarlas... Nada de ello consigue evitar la pregunta del verano y su consiguiente respuesta... -¿Has cogido algo?... - Psss... Poca cosa...